• CEO en Camiseta
  • Posts
  • ¡Vuelve la Saga de los Vagos! ¿Oncólogo o carnicero? | CEO en camiseta

¡Vuelve la Saga de los Vagos! ¿Oncólogo o carnicero? | CEO en camiseta

Buen lunes! Hoy en CEO en camiseta:

  • Un artículo fuerte pero necesario

  • Una conferencia sobre automatización

  • ¿Engañamos a quienes nos visitan online?

Y más.

Sí, ya sé, "muy fuerte ese título, Leo". Pero retomar una de mis trilogías más exitosas lo merece. Sí, ya sé, agregando un capítulo a una trilogía deja de serlo. Y peor todavía: la semana que viene sale el quinto de la trilogía.

Justo en la semana alguien me comentó, "cambié de área, ahora estoy en Optimización Organizacional". Jejejeje, pensé yo. Y en voz alta dije, "Sos el George Clooney de la empresa".

Sí, crecer es fácil. Contratar es fácil. Pero este siglo XXI necesita que lo hagamos más lento y que, además, nos achiquemos más rápido. De eso trata mi nuevo artículo, que incluye un desafío al final.

En otro orden de cosas, estoy analizando la posibilidad de que haya algo -un poquito- de publicidad en este newsletter. "No lo hago por dinero" suena a frase hecha pero es verdad: quiero experimentar. Creo que los newsletters en español tienen muchas oportunidades de escalar agregando valor, y eso puede ayudar. Quería saber saber en qué formato/lugar sería mejor en tu opinión.

Como siempre, gracias por leer y por reenviar este email a quien le pueda servir.

Que te hagas una semana excelente.

Leo.

PD: Si te reenviaron este mail, puedes suscribirte gratis, seguir leyendo o reenviarlo a alguien más a quien le pueda servir. Si no te gusta, mándaselo a tu peor enemigo borrando esta frase antes, no hagas como Osvaldo que se olvidó de borrarla. Pero no pasó nada, su enemigo pensó que lo trataba de ayudar. Y se hicieron amigos.

S07E09 Saga de los Vagos IV: Oncólogo para empresas

-Este año tenemos que reducir 20% la nómina estable -anunció Mariela.

Todos refunfuñaron pero con el micrófono apagado, así que ella no lo notó. Tampoco le habría importado: estaba muy orgullosa de su trabajo y sabía que, si los ponía de mal humor, era por su bien.

Lo bueno suele saber amargo, mientras que lo dulce suele hacer mal.

Se sentía cansada, descubriendo que este puesto -tal vez todos en el futuro- a los tres años genera demasiado desgaste. También sabía, entonces, que era la última vez que tendría ese desafío, y eso la envalentonaba.

¿Qué decisiones tomarías en tu trabajo si supieras que mañana ya no volverás?

Si yo refunfuño, tu refunfuñas

Mariela nunca olvidará esa charla que catorce años antes le había cambiado la vida.

-No entiendo al CEO, quiere que recortemos en la organización cuando nos va genial -le dijo Mariela a Joe, su jefe.

-Siempre hay grasa. Tenemos que mantenernos livianos y abrazar el cambio.

Es demasiado fácil empezar un proyecto, contratar a una persona o un abono, y demasiado difícil cerrarlo, echarla o cancelarlo.

En la tercera palabra de la frase de Joe, Mariela se asqueó. ¿Cómo vamos a asociar a personas con “grasa” que hay que cortar? “¡Esto es una empresa, no un matadero!”, pensó. “Cosas que sobran”, “recursos que se vuelven innecesarios”... Mientras analizaba eufemismos para sentirse mejor, se enfocó en el fondo de la cuestión.

Era verdad. Creamos proyectos con demasiada facilidad. Pero, cuando no son necesarios o fracasan, nos cuesta muchísimo deshacer lo creado. Contratar gente nos da felicidad y echarla nos la quita; entonces, discutimos mucho más una desvinculación que un empleado nuevo… Forzamos “retener” a los mejores, pero hasta el empleado más ineficiente tiene a alguien en Recursos Humanos tratando de protegerlo.

Destruir, necesario para crear, tiene tan mala fama que nos aferramos a los fracasos hasta que nos hunden.

En aquel momento fue ella quien refunfuñó pero se quedó pensando, estudiando. En su recorrido conoció la técnica de “Presupuesto Base Cero”, creada en el Estado, el lugar por antonomasia de crecimiento continuo de personal, indomable. Era una especie de juego: se dividen todas las tareas de una organización o sector en sus células más pequeñas. Cada una es representada por un papelito -sí, en el siglo XXI seguramente hay una app para eso. El presupuesto se construye desde cero, asumiendo que no existe nada y debemos agregar cada célula preguntándonos si lo que nos da es más de lo que nos quita. Un proceso sangriento, oncología organizativa podría llamarse.

Preguntate periódicamente: “¿Cómo haría esto si empezara hoy?”

Siguió interesándose por la eficiencia. Leyó la Saga de los Vagos cuando aún era una trilogía (“¡qué honor un día ser parte de ella!”, pensó) y aplicó sus fórmulas para automatizar. Se enfrentó a situaciones en donde podría echar a algunas personas, pero justamente esas personas eran quienes trababan, a propósito o no, los cambios. Entendió que, a veces, hay que quemar las naves y forzar a los equipos a adaptarse. En algunos casos, los echó primero y automatizó después.

Cada persona adicional en una organización será, eventualmente, una traba para el cambio.

Un argumento más para sostener que el objetivo de una empresa no es contratar empleados. Después de despedir a algunos colaboradores, se encontró con que la organización entraba en un bajón de productividad -y de ánimo. No adaptaban procesos rápidamente y sufrían más. “Tal vez es tristeza organizacional, voy a esperar”, pensó la primera vez. Pero cuando se repitió en varias ocasiones, consultó con un coach que la ayudó a entender que los cambios generan miedo, aunque sean adecuados, correctos. Entendió, entonces, que tenía que cuidar mejor a los que quedaban.

Apenas despedido, el ex-empleado deja de ser relevante; los que quedan merecen y necesitan explicaciones.

(Leo Piccioli, ganando amigos desde 1971)

Con el tiempo, también entendió que, si quería un equipo que aceptara que era mucho más importante que cualquiera de sus integrantes, tendría también que abrazar la idea de que algunos se fueran, la abandonaran… Incentivó a todos, entonces, a “ir al mercado” periódicamente. Perdió, sí, algunas personas valiosas. Dolió, pero fueron siempre oportunidades para eliminar procesos, automatizarlos, tercerizarlos.

Saber que tus empleados pueden irse te hará un mejor líder.

Volver al comienzo

Con todo el camino recorrido, poco antes de aquella presentación en la que anunciaría que había que reducir el 20% la nómina estable, Mariela lideraba un equipo increíble que había conseguido resultados fantásticos, pero el cambio constante, que antes era un aliciente, la agotaba. Pensó, entonces, en su equipo, en que también ellos podían cansarse. Decidió, entonces, antes de tomarse un sabático, publicar un aviso para un nuevo puesto. En lugar de elegir alguno de los eufemismos con los que llaman a esa posición en las empresas en las que ya existe, prefirió ir al grano.

Director/a de Achique: buscamos una persona con visión de largo plazo, capacidad demostrable para dar malas noticias (empatía), foco obsesivo en buscar oportunidades y excelente manejo de planillas de cálculo (no excluyente). Probablemente, sea el puesto más seguro de la corporación.

Las empresas, o sectores dentro de ellas, muchas veces crecen sin control, de modo desparejo. Ese crecimiento puede ser visto por algunos como una oportunidad, pero para otros como un cáncer que, en el camino, hace perder de vista la Misión. Allí necesitan cirujanos -u oncólogos- para diagnosticar y extirpar.

Si el cirujano está ocupado, que venga el carnicero.

Nota: Hay una palabra que en RRHH usamos poco pero usamos mucho. En este artículo se repite dos veces. ¿Sabe el lector cuál es? Si alguien la descubre, escribiré un artículo específicamente sobre ello.

1. Un audio que debes haber escuchado

Un capítulo de "Soy solo"... con el lado B de emprender.

2. ¿Engañamos online?

Los "patrones oscuros "(no confundir con "patrones del mal") son trampitas que se usan en distintos sitios y apps para llevarte a hacer algo que en realidad no querías.

3. Una conferencia sobre automatización

"Todo lo repetitivo se puede automatizar", y hay muchas empresas que están trabajando hace décadas mejorando nuestro futuro.

El miércoles 23 participaré...

¡Que te hagas una excelente semana!