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Tres claves para las crisis 🏔🏔🏔 | CEO en camiseta

¡Hola! Bienvenidos a los 45 nuevos suscriptores a CEO en camiseta. Hoy:

  • Un artículo sobre las crisis

  • Siete minientrevistas de valor

  • Un podcast para recomendar... y más!

Crisis sobre crisis sobre crisis... No se puede vivir así, ¿no?

Sí, y más vale que nos acostumbremos. De ahí parto en el artículo de hoy, para llegar a las tres claves que tengo para estar preparados para todas las sorpresas que vendrán. Porque vienen, quieras o no.

El sábado también termino la segunda edición de "Acelera tu Carrera" y para celebrarlo (y desafiar a los participantes) los entrevisté en vivo en LinkedIn... ¡Me encantó!

Justo también terminé el "Maven Accelerator Course", un curso para hacer cursos... ¡Aprendí muchísimo! El mundo se mueve tan rápido que siempre hay más por profundizar.

¡Te deseo te hagas una semana excelente!

Leo.

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S07E14 Tres claves para las crisis

-¡Mirá! 500 pesos junté hoy, menos los 150 de gas, 350. Y estoy sentado acá desde las 7 de la mañana. Uber nos está matando.

Acusamos a la tecnología de matar negocios cuando no queremos ver que dejaron de enfocarse en sus clientes.

Mientras el taxista me mostraba los billetes en un semáforo, por el tono que usó, deduje que era muy poco dinero y no una fortuna.

Y2K: una crisis que no fue

Diez años antes, 1999, había sido una locura. Nadie recuerda hoy la mega crisis que se avecinaba con el Y2K, el bug de todos los sistemas del mundo que haría desastres en la banca, gobiernos, servicios públicos y más. Claro, nadie la recuerda porque no pasó nada. Ni se cayeron aviones, ni los bancos regalaron dinero, ni los gobiernos cerraron por meses.

Olvidamos las crisis que no suceden con tanta facilidad como magnificamos las que sí.

Pero ese año y el siguiente fueron una locura para nosotros en la empresa. Abrimos oficinas en varios países -Estados Unidos incluído- y dedicamos mucha energía a preparar el formulario S-1, el hito previo a cotizar en la Bolsa. Sí, íbamos a hacer una IPO en el NASDAQ. Era el pico máximo de la burbuja puntocom y todos nos haríamos millonarios unos meses después. Me dieron un contrato de 70 páginas en inglés y nos dijimos: “Esto vale unos cinco millones de dólares”. Eran nuestras “opciones”, una promesa de riqueza que pocas veces se vuelve realidad.

Todo negocio comienza con una promesa, crece con su cumplimiento y desaparece cuando esa promesa no evoluciona.

Pero, y siempre hay un pero, la burbuja se pinchó. El mercado “se dio cuenta” de que las valuaciones eran artificiales, de que lo que parecía humo lo era, y pasaron a invertir en cosas más seguras: empresas con promesas más tradicionales. Nuestro IPO se desvaneció en el aire. Como se desvanecerían esas empresas con promesas más tradicionales en los años siguientes.

Siempre hay un “pero”, pero cuando miramos el éxito de los demás no lo vemos.

¿Qué buscás, éxito o excusas?

-¿En serio cree que le está yendo mal por Uber? -le pregunté al taxista.

-Sí, en donde yo vivo, me dice mi hijo que apenas uno pide un Uber, en dos o tres minutos llega.

-Pero, ¿cómo está de taxis su barrio?

-Nunca hubo muchos.

Me dieron ganas de explicarle que tal vez a Uber le iba muy bien porque había pocos taxis y que no necesariamente se podía extrapolar a la ciudad. Pero los argentinos tenemos una pasión especial: estar en crisis. Y una más especial: hablar de las crisis en las que estamos.

Las crisis son la mejor excusa para no hacer.

La voz metálica del siglo veinte con la que le pasan los viajes a los radiotaxis me interrumpió los pensamientos. Mejor.

-10.4, cliente en calle. La Pampa y la vía, muy enojado. Llama cada 5 minutos. Informe ETA.

El chofer siguió como si estuviera entrenado para no escuchar esa radio.

-Tengo 70 años, hace un cuarto de siglo que manejo taxi y tengo que estar 14 horas por día acá sentado.

Hice mis cuentas rápidamente. Noventa y un mil horas manejando, y yo me quejaba de que pasaba un mes por año yendo al trabajo. Noventa y un mil horas generando, más o menos, lo mismo en cada hora. ¿Qué habría sucedido si hubiera buscado una actividad con rendimientos crecientes, algo que tal vez generara menos valor al inicio, pero más con el tiempo? Mi lado humano recordó que estaba en un taxi y, en lugar de recomendarle leer “Hoy te convertís en CEO”, cambié de cálculo.

-Déjeme adivinar: ¿Entel?

-Sí, cuando se privatizó la compañía de teléfonos, me despidieron y me compré el taxi.

Mi cabeza fue un lustro antes de esa ola privatizadora, al momento en el que había decidido estudiar Economía: julio de 1989, un mes con 196,6% de inflación. Cada tanto se lo cuento a mis hijos: “Algo que costaba $100.000 a principio de mes, pasaba a $300.000 el 31. Los sueldos se pagaban semanalmente, porque la moneda local no servía, quemaba. Había que gastarla muy rápido”.

Dado que la historia se repite con sutiles cambios, repasarla es una forma de entender el futuro.

Pensé en preguntarle al chofer cómo se sentía aquel mes, pero yo sabía. Se sentía tranquilo porque tenía un puesto asegurado en una empresa del Estado.

Las empresas dan ilusión de seguridad, las empresas estatales aún más.

Empaticé un poco con él, recordando mi paz de bolsillo cuando tenía salario mensual y comparándola con la felicidad que tengo hoy por hacer mi propio camino. También empaticé porque los dos, a los cuarenta y pico, hicimos un cambio radical en nuestra carrera laboral. Imaginé -casi deseándolo- que él quiso ser taxista toda su vida y pudo recién serlo cuando lo echaron. O no. Pero sí está probado que alrededor de los cuarenta muchos tenemos una crisis que suele preceder cambios. Y a muchos otros, la crisis “les cae”.

Hacemos lo que creemos que tenemos que hacer hasta darnos cuenta de que siempre se puede elegir.

En el almuerzo al que iba, un filósofo me contó que Aristóteles, 2500 años atrás, describió las consecuencias disruptivas de los robots sobre la humanidad con un inaceptable “la esclavitud desaparecerá”. Curioso como soy, investigué el origen de la palabra “crisis”, para llegar a krínō, elegir.

Una crisis es un momento de decisión - aunque suele generar parálisis.

Las tres reglas: 20-120-1

-No hay nada que hacer -parecen decirnos desde todos los rincones.

Yo elijo otro camino, basado en tres ideas. O, como buen nerd, en tres números.

Lo cómodo no siempre hace bien, lo que hace bien no siempre es cómodo.

El 20%: Una crisis previsible no es una sorpresa. Debemos ahorrar para el futuro. Si el tiempo es dinero y viceversa, debemos ahorrar de los dos. Por un lado, siempre gastar menos de lo que ingresa, 20% suena razonable. Pero también dedicar un 20% del tiempo a aprender, pensar escenarios posibles y soñar y planificar el largo plazo. El solo hecho de tener estos temas presentes hace que las reacciones sean mucho más rápidas.

Los 120 años: ¿Qué conductas cambiarías si la esperanza de vida fuese de 120 años en lugar de 76,3? Nuestra vida sigue extendiéndose. Esto presenta cuatro consecuencias: 1) Vamos a pasar varias crisis, más vale que aprendamos, 2) Podemos equivocarnos porque habrá tiempo de rehacernos, 3) Hay muchas oportunidades nuevas de negocios y 4) Cualquier inversión (sea financiera, intelectual, etc.) hoy tiene mucho más tiempo de dar retorno.

El 1%: Tuve un jefe que no se cansaba de repetir "esto es una maratón, no 100 metros llanos". Cuando entendí el poder del 1%, terminé de aceptar esa frase. Gracias al interés compuesto, un 1% de mejora diaria durante un año -y solo en días hábiles- acumula una mejora de 1200%. No busques un 30% en un día ni una solución mágica, es una pequeña mejora constante lo que hace falta para cambiar o salir exitoso de una crisis.

Parafraseando a Kennedy:

No es lo que tu país puede hacer por ti, ni lo que tú puedes hacer por tu país. ¡Déjate de quejar y haz algo cada día!

La vida ES una crisis

La invasión rusa. La pandemia. El cambio tecnológico. El meteorito que mató a los dinosaurios. La eterna crisis argentina. El big bang. Esa gotera. La inflación. Un tsunami. La amenaza a tu negocio de siempre. La Guerra Fría. La uberización. La weworkización. La regulación. Se acabó el dulce de leche. La lucha entre Google, Netflix, Facebook, Kodak y Amazon. Los errores en los artículos. La corrupción. La crisis de los 70. La de los 40. La elección de una carrera. El acné de la adolescencia. Nuestro propio parto.

La vida comienza y termina en crisis, ¿por qué pensamos que en el medio sería distinto?

1. Una idea ridícula para los mails... ¿o no?

2. Ideas Taboo - de un podcast muy bueno

3. Siete mini-entrevistas de valor

El sábado fue el gran cierre, en vivo, con el equipo de Acelera tu Carrera, segunda temporada. Hicimos un vivo en LinkedIn con más de 70 personas mirando y mucho mucho valor. ¡Gracias María, Eva, Jesi, Diego, Santi, Sebas y JJ!

¡Que te hagas una excelente semana!