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¿Se puede cuidar 😱demasiado😱 un empleo? | CEO en camiseta

¡Buen lunes! Hoy en CEO en camiseta:

  • Cómo buscar trabajo remoto

  • ¡No cuides tanto tu empleo!

  • ¿Eres un caso de reinvención?

Y más.

"Sí, soy economista", respondí. "Entonces contame a cuánto va a estar el dólar en Argentina"... Esta pesadilla recurrente aumentó estas semanas en las que tuve más exposición pública pero, por suerte, fue solo eso. A partir de algunos artículos me ofrecieron ir a varios canales de TV, incluso el riesgoso "Intratables". Acepté casi todos pero terminé, ayer domingo, agotado como nunca. ¡Necesito vacaciones!

Mi nuevo artículo tuvo un recorrido raro, nació en un momento aleatorio, pasó por Twitter en donde se nutrió, descansó, y recién ahora se hizo adulto como para salir al mundo. Después cuéntame tu opinión sobre "De tanto cuidar su empleo, lo perdió".

Tic, toc, tic toc... El momento de tu reinvención se acerca. Sí, aunque ya te hayas reinventado, las chances de que lo tengas que hacer de nuevo crecen... ¡Y en mi caso también! Para seguir aprendiendo, si ya te reinventaste me serviría mucho que me cuentes más de tu caso en este formulario con varias preguntas abiertas.

Si, en cambio, crees que se acerca "el momento", este es el formulario a completar: para un curso que probablemente lance en unos meses.

Sin otro particular, saludo atentamente.

Que te hagas una semana excelente.

Leo.

PD: Si te reenviaron este mail, puedes suscribirte gratis, seguir leyendo o reenviarlo a alguien más a quien le pueda servir. Si no te gusta, mándaselo a tu peor enemigo borrando esta frase antes, no hagas como Osvaldo que se olvidó de borrarla. Pero no pasó nada, su enemigo pensó que lo trataba de ayudar. Y se hicieron amigos.

S07E08 De tanto cuidar su empleo, lo perdió

-Leo, trabajá más lento; nos vamos a quedar sin empleo.

Sonó a amenaza pero hoy, treinta años después, tengo mis dudas. Siempre había sido “el hijo de la dueña” y ahí, en mi primer trabajo fuera de la familia, me comporté como tal.

Sin haber nunca escuchado del modelo EAT -obvio, lo inventaría el Leo del futuro-, una vez que entendí que no podía eliminar esa tarea, me obsesioné por automatizarla, hacerla cada vez más eficiente. Tal vez, si estos tres compañeros de trabajo no se me hubieran acercado, me habría ocupado de tercerizarla en ellos, convirtiéndome, por primera vez, en jefe de facto.

Pero después de decirme aquella frase, ellos pasaron de ser colegas que podrían imitarme y a los que podría liderar, a amenaza contra mi integridad física.

Fue un viernes. El lunes renuncié, sin dar el más mínimo preaviso.

Es más jefe quien es seguido que quien es ungido.

Me hago el superhéroe

Era un empleo en una dependencia del Estado (sí, la que se convertirá en DAO); a veces fantaseo con ir a ese depósito de papeles de 1991 y encontrar a estos muchachos, ya encorvados, trabajando cada vez más lento pero ganando cada año unos centavos más, tosiendo entre pitada y pitada, deseando que llegue el fin de semana para vivir.

-Leo, tenías razón, había que cambiar treinta años atrás; ahora es tarde -me dirían ellos, después de mirarme unos segundos con atención y reconocerme.

-No teman, nunca es tarde para reinventarse -les diría, mientras hago flamear mi capa de superhéroe, y les propondría que completaran esta breve encuesta para un futuro curso que no podrían pagar - para enseguida darme cuenta de que con leer “Soy solo” ya mejorarían mucho.

Sos muy duro, Leo…

Siendo jefe, una década después pero también en un depósito, nuestro proceso de preparación de pedidos llevaba tres años de obsesiva mejora contínua.

En las empresas exponenciales, una diferencia de un segundo en algo repetitivo se puede convertir en millones.

Una vez que esos tres años habían pasado, sentíamos que habíamos llegado a un máximo: seguíamos testeando ideas, cambiando, pero ya no mejorábamos tanto. Claudio, el encargado del proceso, se hizo cargo de la situación en nuestra reunión semanal (algo que todos deberíamos tener).

-Estás despedido -le dije, con una leve sonrisa. Me quedé en silencio.

… y más te vale que aprendas “Empatía”

Era un jueves, fin de mes, las tres de la tarde. Claudio estaba trabajando bien, venía cumpliendo sus objetivos, lideraba a su equipo mucho mejor de lo que yo podría haberlo hecho. Pero los resultados parecían estancados. Cuando me escuchó, vi claramente cómo sus pupilas se dilataron. Pestañeó varias veces como quien quiere despertarse. Amagó a sonreír para ver si yo lo seguía, pero se puso más serio aún.

En el siglo XXI dejar de mejorar es empeorar.

Lo miraba fijo, él me miraba fijo. Cada uno tenía un bolígrafo en la mano con la punta apenas apoyada en el cuaderno (algo que todos deberíamos llevar a nuestras reuniones). Fueron segundos que parecieron horas.

-Claudio, tenemos tres niveles de cambios que perseguir -cuando empecé a hablar y no le di explicaciones de por qué lo había despedido, primero se preocupó, luego se distendió-. El primer nivel (llamémoslo Horizonte Uno, H1) es la mejora contínua: todo el tiempo debemos experimentar, escuchar sugerencias, probar distintas cosas. Es como cuando te diste cuenta de que era mejor batir los huevos para la torta con dos tenedores en lugar de uno; ahorraste unos minutos, muy bien.

Claudio me miraba perplejo; nunca me enteré si había hecho una torta alguna vez. Yo seguí.

-El segundo nivel (H2) es un salto discreto. Comprás una batidora eléctrica y, de repente, resolvés todo un 90% más rápido. El problema, Claudio, es que este segundo nivel no suele ser visible si todo el tiempo estás con tenedores en la mano. Necesitamos distancia, dejar de hacer, hacer y hacer. Entonces, la forma en que yo aprendí a pensar así es imaginando que me despiden hoy, me quedo sin empleo y mañana me contratan. Llego a la cocina, veo a alguien batiendo huevos con dos tenedores y no tengo ninguna relación emocional con ese proceso, ni con esa persona, ni con esos tenedores. Ahí me doy cuenta de que una batidora es una buena inversión. Es el famoso “1. Echate hoy. 2. Empezá mañana de nuevo. 3. Volvé a 1.” que presenté en “Siempre lo hicimos así”.

-Leo, ¿entonces no me echaste? -me preguntó Claudio algo más relajado.

-No, fue un despido imaginario. Buscaba un cambio de perspectiva.

Mi interfaz empática no había sido instalada aún.

-Bueno. ¿Y cuál es el tercer horizonte?

-En ése nos despiden a los dos -le contesté.

Claudio terminó de relajarse, aunque no dejó de mirarme con una expresión de extrañeza. Yo todavía no había pulido mis habilidades sociales y podía ser demasiado directo. Por eso aprovecho y digo: “Claudio, si estás leyendo esto, te pido perdón, hoy sería mucho mejor jefe -pero no quiero serlo”.

Cuanto más quieras ser jefe, peor jefe serás.

Hasta que la muerte nos separe

“Mucha gente nunca usa su iniciativa porque nadie le dijo que lo hiciera”. Banksy.

Cuando pregunté en redes sociales qué les sugiere la frase “de tanto cuidar su empleo, lo perdió”, me sorprendió la cantidad de respuestas. Las resumí en seis casos, ordenados casi cronológicamente, de una persona que cuida demasiado su empleo. Hasta el fin.

Pregunto entonces, ¿preferimos malo conocido a bueno por conocer? ¿Es mejor un pájaro en mano o cien volando?

Cuanto más cuides tu puesto, más probable es que lo pierdas.

1. Un audio que debes haber escuchado

Un capítulo de "Soy solo" :-)

2. ¿Un segundo empleo remoto? ¿Un tercero?

¿Cómo buscar trabajo remoto en LinkedIn? Me costó pero encontré una forma, con este link https://www.leopiccioli.com/remotoenlinkedin

Si tienes éxito, ¡me interesa saberlo!

3. ¡Estoy en CNN!

(CNN Radio Argentina) -- Leo Piccioli, economista y escritor, habló esta mañana en CNN Radio y dijo que “si hay un país que puede soportar bastante las | CNN Radio Argentina | CNN

Extra. "El portazo", una idea de la que puedes participar

Sí, sí, ya sabemos... En general no es un "portazo", pero creo que hay mucho valor en los procesos de reinvención que muchos llevamos a cabo.

Estoy pensando en publicar algunos casos interesantes y me gustaría abrir la puerta para conocer el tuyo.

Si crees que tu caso puede ayudar a alguien más, te agradezco me lo cuentes.

¡Que te hagas una excelente semana!