đź‘• Somos demasiado buenos con los malos

Âży demasiado malos con los buenos?

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¡Hola pequeño saltamontes!

Sos distinto, ¿sabías? Poca gente tiene el hábito de leer, y menos cosas que los incomoda.

Sin embargo aquí estás, esperando encontrar la respuesta a este problema, ¿por qué somos tan malos con los buenos y tan buenos con los malos?

Soy Leo Piccioli y tengo como objetivo semanal ayudarte a pensar para ser mejor en tu carrera o negocio.

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Una idea

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Somos demasiado malos con los buenos y demasiado buenos con los malos.

Está claro que si sentís la injusticia y te molesta, te autopercibís de los “buenos”… ¿Por qué son tan malos conmigo?

Sin embargo, ¿alguien se autopercibirá “de los malos”? ¿Si lo hiciera, se preguntaría “por qué serán tan buenos conmigo si soy malo”?

¿Cuánto sentís "síndrome del impostor"?

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Es una paradoja, en un segmento de la población en el que apuesto muchos sintieron “síndrome del impostor”, casi todos se creen de los bueno pero, sin duda, hay muchos que nos consideran “de los malos”.

Primera conclusiĂłn:

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La misma persona puede ser buena y mala en el trabajo al mismo tiempo.

Bien, somos subjetivos y los jefes peor.

Pero hay más.

Supongamos ahora que la mitad de un equipo es “buena” y la otra es “mala”, según el jefe.

Y el jefe sos vos.

Si pudieras hacer una sola cosa como jefe, ¿cuál preferirías?

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Profundicemos…

Vayamos un segundo a nuestra educación. En la escuela nos sacábamos un 4/10 y ¿qué teníamos que hacer? Entender esos seis puntos perdidos.

Pero si nos sacábamos un 9/10 no aplaudíamos a esos nueve acertados, hasta tal vez nos enfocábamos en “qué podría haber hecho para mejorar”.

Volvamos a la oficina. Tenemos diez personas, cinco buenas y cinco malas.

Enfoquémonos en las 5 malas. Tratemos de mejorarlas.

Seguramente se autoperciben buenas, así que fácil no será. 

Expliquemos todo más clarito.

Empaticemos.

Entendamos.

No los echemos, porque hay que cuidarlos. “Aquí cuidamos a todos por igual”.

Cinco meses después, dos mejoraron.

Nos damos vuelta y de los cinco buenos, dos empeoraron. Uno se fue. Y los otros, están a punto.

Segunda conclusiĂłn:

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Preferimos el camino corto de “mejorar” al otro marcando el error cuando es mucho más potente marcar los aciertos.

Un atajo que fracasa. No es raro. 

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La ansiedad es la kryptonita de un lĂ­der.

Como alguien de “Mesa Chica” esbozó…

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Logramos formar una empresa, un equipo y tener Ă©xito con las reglas del capitalismo pero con el tiempo nos volvemos socialistas en el liderazgo.

Queremos cuidar al “malo” por encima del “bueno”, y así dañanamos a todo el equipo. A la empresa. Y a la sociedad.

Generamos una especie de entropĂ­a en donde los malos mejoran, sĂ­, pero los buenos empeoran y, el resultado neto es una meseta cada vez peor.

Hasta que la empresa se funde. O el jefe es despedido.

Por eso preferimos menos gente mejor paga.

Y al inepto hay que echarlo. Ya encontrará trabajo.

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Seamos más buenos con los buenos y más malos con los malos.

Tratar de dejar contentos a todos es garantĂ­a de no contentar a ninguno.

¿Qué hacer?

Jefes: dedicar mucho más tiempo a lo que sí anda bien, en las reuniones preguntar por eso, felicitar abiertamente, contagiar entusiasmo por lograr más “de eso”. Criticar en privado y haciendo seguimiento de lo que hay que mejorar. Por eso, criticar poco.

Independientes: los que son sus propios jefes también tenemos que ver todo lo positivo que logramos y la gente que confía en nosotros como una felicitación. No autocriticarse tanto.

Empleados: al fin y al cabo todos somos jefes de nosotros mismos, y profesionales independientes que a veces estamos trabajando para un solo cliente que nos paga “sueldo”. Leer, entonces, los dos anteriores. Y reenviar este email para que los jefes entiendan.

Saludos,

PD: “¡Quiero ser jefe, líder, gerente, emprendedor, CEO!”… Vemos el lado lindo del liderazgo… Te invito a recorrer su lado oscuro, en…

También te recomiendo escuchar este episodio de mi amigo Sergio:

¿Cuántas camisetas le das al episodio de hoy?

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