👕 "Pensar en el futuro es importante"... Sisi, ¿pero cómo?

¡Hola hola, pequeño saltamontes!

En este episodio voy a mostrarte que pensar más en el futuro siempre vale la pena (sí, aunque ya lo hagas) y te voy a contar un método secreto que uso hace años.

Pero antes, una recomendación: siempre me piden newsletters en Español para aprender de IA y tecnología.

Entrás al casino y vas directo a la ruleta.

Después de años de estudio descubriste la fórmula para saber, con 60% de precisión, qué color saldrá.

Cuando te ibas de casa tu gato te miraba cuestionador… “60% deja 40% afuera”, parecía decir.

Pero vos sabías la verdad. Solo quería que te quedes con él.

También sabías algo más importante: si jugabas una vez, podías perder. Si jugabas dos, la probabilidad de perder en las dos era baja. Pero si jugabas muchas, ibas a ganar seguro.

Sesenta por ciento de las veces.

Es el mismo caso del joven adulto que ve una cervecería artesanal y decide que es un negocio genial. Con amigos ponen la propia, sin darse cuenta de que muchos otros hacen lo mismo. No pensaron en el futuro sino solo en el presente y casi todos se fundieron.

Pero también es el caso del camarógrafo del canal que se encadena a la cámara para no perder su empleo.  Vuelve a su casa y está toda limpia, gracias a su robot aspiradora. Con ese robot reemplazó a una señora que lo ayudaba - pero jamás se imaginó que alguien estaba pensando en crear una cámara robot.

Claro que no tengo pruebas de esto, pero tampoco dudas.

Muchos me cuentan que piensan en su futuro, que se preocupan, que analizan constantemente.

Sí, me pasa también. Pero pensar en el futuro no es algo que “nos pasa”.

Es algo que elegimos hacer.

Mi misión es ayudarte a pensar más en el futuro. A ser menos un “conejito de la pradera” (gracias Dani por la metáfora) y decidir conscientemente.

Pero Leo, ¿cómo hago para pensar más en el futuro?

Una forma es visitar al Oráculo, mucho más barato y serio que todos los adivinos y tarotistas que te podrías cruzar.

Hoy voy a contarte un secreto.

Hace muchos años, cuando viajaba por trabajo, trataba de armar la mayor cantidad de reuniones posibles - con quien fuera. Pensaba que me serviría para mostrarme, para crecer, incluso para protegerme cuando las cosas salieran mal.

Pero me servía mucho más para otra cosa: aprendía siempre.

Desde entonces cuando quise aprender de algo me reúno con gente que sepa más que yo.

Te vas a sorprender de lo generosa que es la gente cuando alguien quiere, honestamente, aprender (nota: yo no soy tan generoso eh).

“Leo, le escribí a XXX y ni me contestó”, me dicen muchas veces. Escribile a otro, y otro, y otro. Tal vez a alguien más cercano en el camino. O una persona con quien tengan a otro en común. ¡Me sirvió mucho pensar menos y hacer más!

Como influencer tengo una ventaja más: puedo grabar las conversaciones y publicarlas como una entrevista. ¡Genero contenido simplemente aprendiendo!

Ese contenido se transforma en definitiva en ingresos… ¡Me pagan por aprender!

Una locura.

Hace unos meses publiqué un episodio sobre el futuro del trabajo remoto que generó mucha discusión y me dejó pensando…

Entonces, decidí entrevistar personas para aprender, y compartir.

La primer entrevista: Herman Faigenbaum, CEO de Cushman & Wakefield, una empresa de real estate. Sí, una inmobiliaria, pero con foco en B2B, por lo que son más analíticos, de largo plazo e internacionales.

Te invito a verla, te aseguro que te dejará pensando:

Este es un muy buen resumen (hacé click para agrandarlo; compartilo con quien quieras):

Hace poco escribí esto…

Alguien en twitter me regaló este corolario, que me dejó pensando…

Sigo analizando si es obvio o brillante.

Gracias por leer, saludos y que te hagas una excelente semana.

PD: ¿Mentís en el trabajo? Yo creo que sí…