👕 S08E19 Por qué ascendieron a ese idiota: los 2 motivos que faltaban

¡Hola, hola! Bienvenido a CEO en Camiseta, la publicación que haría Mr Burns si fuera amigo de Lisa.

Si te reenviaron este mail, soy Leo. Hace casi siete años dejé un corpoemprendimiento y me convertí en algo así como "el hada del largo plazo", ayudándote a ser cada día un poco mejor, con ideas, artículos, noticias comentadas y herramientas.

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“El trabajo repetitivo tiende a desaparecer”... No me canso de repetirlo. ¿O un algoritmo estará haciéndolo por mí?

Por eso, los humanos vamos a realizar, cada vez más, tareas desafiantes, que requieran habilidades diferentes, trabajo en equipo, una comunicación distinta.

Las empresas, a medida que automatizan las otras tareas, necesitan que las personas agreguemos más valor y, entonces, nos tienen que cuidar más.

Todo este enorme cambio, esta disrupción, tiene consecuencias claras en los espacios de trabajo.

De cubículos que maximizaban la cantidad de gente por metro cuadrado, las oficinas se van convirtiendo en lugares que fomentan la interacción, mostrando el cuidado por el factor humano y buscando diferenciarse, como forma de captar a los mejores.

Hoy, diferentes estimaciones arrojan que se necesitan unos 10 m2 de oficina por persona y que esa oficina es ahora el espacio en donde socializamos y construimos confianza, discutimos creando conocimiento, aprendemos para mejorar y celebramos nuestros logros.

¿Tu oficina está cambiando junto con tus clientes, procesos, tecnología y personas?

En este artículo hay varias claves para mejorar la experiencia de los empleados.

Si necesitás ayuda para perseguir esta oportunidad, te recomiendo que contactes al equipo de José Viñas, de Cushman & Wakefield, expertos enfocados en negocios inmobiliarios para empresas.

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Previously in CEO in a T-shirt: A la pregunta de por qué ascendieron a ese idiota, el primero de tres motivos, o capas de la cebolla, era que se mostraba. Pregunté a los lectores cómo lo hacían y tuve respuestas excelentes. Tengo los mejores seguidores del mundo.

Volvamos a la cebolla. La segunda capa podría llamarse “efecto country”. ¿Viste cuando ascienden al compañero de golf del CEO? ¿O al vecino del jefe? ¿O al compañero de juerga del de Recursos Humanos? Tal vez fue por no mostrarnos, tal vez por cómo lo hicimos, pero muchas veces es por algo concreto: no nos ocupamos de construir confianza.

Probablemente sea un motivo mucho, pero mucho más injusto: la confianza es totalmente subjetiva (además de que suele ser transitiva y biyectiva). Cuando acusamos con un dedo al grito de “¡nepotismo!”, sea en la empresa familiar, en el Estado o incluso en una corporación, lo que deberíamos preguntarnos es: “¿De qué manera construyo tanta confianza como el primo del jefe?”.

“Leo, por favor, esto es más injusto que lo anterior”... Sí, es injusto. O, tal vez, es mejor suponer que lo será y sorprenderte positivamente si no sucede; en lugar de esperar lo mejor y decepcionarte.

De hecho, más de la mitad de los que respondieron en Twitter elegirían a una persona en la que confían antes que a alguien que sabe más.

Y estos no son los empresarios conspirativos, salvo que me sigan todos a mí.

Marca personal y confianza, las dos primeras capas de la cebolla, dos injusticias.

La tercera capa debería ser algo más justo, ¿no?

Sí, claro. El tercer motivo por el que tal vez ascendieron a esa persona, descartados los otros dos, fue que simplemente tenía habilidades que no estabas viendo para el puesto nuevo. Tal vez sea porque todavía creías que, en un equipo, hay que ascender al mejor (y no al que está mejor preparado para el nuevo puesto) o quizás porque no entendiste qué esperan “los jefes” de ese puesto, qué habilidades y actitudes necesita. Podrías preguntar, ¿no?

De hecho, si pudiera darte un solo consejo sería ese: preguntá.

Preguntá: “¿Qué tengo que hacer para lograr el ascenso?”. Y escuchá atentamente la respuesta de tu jefe, la de Recursos Humanos y la de cualquier otro que esté en lugar de influir en esa decisión.

Mejor aún, tomá nota. Visiblemente, no “en tu cabeza porque tenés buena memoria”.

Cambiá. Mostrá esos cambios. Construí confianza. Cumplí tus promesas. Andá al after. Y, en unos meses, contame.

Bonus: ¿Viste que a veces la cebolla está brotada? Tal vez, en definitiva, ese ascenso fue un error del jefe. Puede pasar. Y si, como muchos, esperás que el tiempo te dé la razón, te sugeriría que, mientras tanto, hagas cambios en tu conducta.

Hay mucho más para construir sobre estos temas y tuve que dejar bastante contenido afuera. El economista nerd dentro mío comenzó a hacer un modelo vinculando un organigrama, el cambio tecnológico y los ascensos…

Pero el humano dentro mío le dijo al economista nerd que a nadie le va a interesar.

O, tal vez, el principio de Dilbert sea verdad: “Las organizaciones tienden a ascender a sus empleados menos competentes para evitar que hagan daño”. Hasta que se convierten en jefes.

Si tuiteás cualquiera de las otras frases, la comparto. Esta última, no.

Y nunca olvides la famosa frase de Mark Twain a Groucho Marx…

BITS & NEWS

• ¿Pensaste en tu jefe de bebé? Es una buena técnica para tenerle paciencia.

• Una forma de mostrarse es a través del… Powerpoint. En un experimento concluyeron que los inversores se convencen más con una presentación hecha por inteligencia artificial que por un humano. ¿Y si te mostrás con la ayuda de ChatGPT? Hice una a partir de tres renglones de texto para recomendar CEO en Camiseta… Bastante bien quedó, ¿no?

• Una opinión positiva sobre el futuro de la Inteligencia Artificial, escrita por Marc Andreessen (fundador de Netscape y autor del famoso artículo “Why Software is Eating the World”, de 2011)

• ¿Tenés alguna buena sugerencia para esta sección? ¡Recomendá CEO en Camiseta y podrás aparecer aquí!

• Spotify intentó ganar con los podcasts… Pero no le salió tan bien. Echó a 200 personas, cortó su relación con Harry y Meghan y dejó la exclusividad con Trevor Noah. Sus clientes principales: los que pagamos premium.

• “¡Jugar videojuegos donde eres un criminal te hará criminal!”, escuché decir alguna vez. Parece que no solo no lo hace sino que, en algunos casos, el lanzamiento de un nuevo juego (GTA por ejemplo) reduce el crimen un poquito.

Gracias por leer, que te hagas una excelente semana.

Leo Piccioli

Autor y conferencista

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